Dióxido de cloro

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La pandemia de COVID-19 que se se inició en el año 2019, y se ha extendido a lo largo del año 2020, ha provocado la difusión de información sobre muchas sustancias, presentadas como preventivos o curas para dicha enfermedad. Una de las que más interés y polémica ha causado es el dióxido de cloro. Es conveniente entonces mencionar qué es esta sustancia, sus características y su utilidad en cuanto a la salud de las personas.

¿Qué es el dióxido de cloro?

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La respuesta es simple: es un compuesto químico, formado por dos átomos de oxígeno y un átomo de cloro, de modo que su fórmula se escribe ClO2. (Cl: un átomo de cloro; O2: dos átomos de oxígeno). Su apariencia es gaseosa, pero es muy fácil de disolver en agua. Es por eso que una de sus presentaciones más comunes es en forma de solución líquida.

Propiedades del dióxido de cloro

Se conoce el dióxido de cloro desde hace mucho tiempo, y se produce industrialmente para muchos usos, de modo que se conocen ampliamente sus propiedades:

Apariencia

Es un gas cuyo color está entre verde y amarillo. Al ser disuelto en agua, mantiene ese color, que se nota más si se halla muy concentrado.

Presentaciones comerciales

La presentación comercial más segura para el dióxido de cloro es en forma de solución al 0,3 % en botellas oscuras para protegerlo de la luz. También se presenta en tabletas estabilizadas, solubles en agua.

Solubilidad

El gas se disuelve en agua con elevada facilidad, pero permanece como gas disuelto en el agua. Esto es importante para el personal que produce la sustancia. Se maneja en concentraciones muy bajas para eliminar los riesgos potenciales que puede implicar.

Riesgos

La mayoría de los riesgos asociados al dióxido de cloro están presentes en las plantas donde se produce, de modo que el personal de estas plantas toma todas las precauciones adecuadas para su producción y manejo.

Se considera una sustancia de toxicidad moderada. Una persona de 80 kg tendría que ingerir 7,5 g de dióxido de cloro para que la dosis fuera letal, por lo que se debe tener precauciones con su uso.

Usos del dióxido de cloro

El uso más conocido para el dióxido de cloro es como desinfectante doméstico para el agua de beber. La presentación líquida es ventajosa, ya que se puede dosificar agregando una o dos gotas de la solución a cada litro de agua, mientras que las tabletas por lo general se comercializan para ser usadas en cantidades mayores de agua (una tableta para 5 litros de agua, o una tableta para 10 litros).

También se puede usar como desinfectante durante el lavado de frutas y legumbres, ya que elimina agentes patógenos como la Legionella, e incluso elimina organismos presentes en los vegetales, que podrían servir de vehículo para la bacteria.

Tiene otros usos, pero estos ya tienen que ver con procesos industriales, como blanqueador en la fabricación de papel.

Precauciones de salud pública

Algunas personas inescrupulosas promocionan usos medicinales mediante la ingestión de dióxido de cloro. Es importante señalar que no debe ser ingerido como medicamento, ni preventivo ni curativo, para ninguna enfermedad. No es un suplemento mineral, ni ayuda a prevenir enfermedades como la COVID-19 ni condiciones como el autismo. Su principal uso doméstico es la desinfección del agua, y la limpieza de los alimentos.

 
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