¿El estrés te hace engordar?Te decimos por qué y cómo solucionarlo
¿El estrés nos hace engordar?, y cómo podemos hacer para evitar el impacto sobre nuestra figura? La psicología y la biología de la ingesta compulsiva de alimentos relacionada con el estrés y el aumento de peso es una realidad.
Lo necesario es además de aprender a controlar nuestros niveles de estrés, evitar que eso impacte directamente sobre nuestro peso corporal.
Frecuentemente, por el ritmo de vida agitado y por el estrés el ser humano busca formas de drenar o calmar su ansiedad, casi siempre lo hace adquiriendo un vicio que daña su salud, hemos conocido personas que fumas para aliviar el estrés mediante las numerosas drogas de un cigarrillo.
De tal forma que comer, siempre da un efecto relajante de la ansiedad, ya que sabemos que el estrés es el desencadenante de los estados mas complejos de ansiedad. De tal forma que el estrés nos hace engordar
Cómo el estrés nos hace engordar
¿Alguna vez te has encontrado sin pensar comiendo un helado o nieve mientras meditabas sobre tu último rechazo romántico o comiendo una hamburguesa y papas fritas frente a tu computadora mientras furiosamente intentabas entregar un trabajo a última hora?
Tal vez eres una mamá ocupada, comiendo galletas en tu auto mientras llevas a los niños de ida y vuelta a una serie de actividades. O eres el propietario de una pequeña empresa tratando de llegar a fin de mes cuando de repente te das cuenta de que tu cintura se ha expandido y que has ganado un peso cosiderable.
Si te reconoces en cualquiera de estos escenarios, no estás solo y probablemente no sea tu culpa. El estrés que se prolonga mucho tiempo es una triple amenaza para el peso: aumenta nuestro apetito, nos hace retener la grasa e interfiere con nuestra fuerza de voluntad para implementar un estilo de vida saludable.
Razones por las cuales el estrés nos hace engordar
A continuación se detallan los principales motivos por las cuales el estrés conduce al aumento de peso y cuatro grandes estrategias de afrontamiento basadas en la investigación que puede usar para defenderse.
Las hormonas alteradas por el estrés nos hace engordar
Cuando tu cerebro detecta la presencia de una amenaza, no importa si es un asecho, un problema en el trabajo o una deuda importante, desencadena la liberación de in gran numero de neuroquímicos, que incluyen adrenalina, CRH y cortisol.
Tu cerebro y tu cuerpo se preparan para manejar la amenaza haciéndote sentir alerta, listo para la acción y capaz de resistir una lesión. A corto plazo, la adrenalina te ayuda a sentirte menos hambriento a medida que tu sangre fluye lejos de los órganos internos y tus músculos grandes para prepararte para “luchar o huir”.
Sin embargo, una vez que los efectos de la adrenalina desaparecen, el cortisol, conocido como “la hormona del estrés“, se mantiene y comienza a indicar al cuerpo que reponga el suministro de alimentos. La lucha contra los animales salvajes, al igual que nuestros antepasados, consumió mucha energía, por lo que sus cuerpos necesitaban más reservas de grasa y glucosa.
El humano de hoy, que se sienta en el sillón, preocupándose por cómo pagar la factura o trabaja largas horas en la computadora para llegar a la fecha límite, no funciona con demasiada energía para lidiar con el factor estresante. Desafortunadamente, estamos atrapados con un sistema neuroendocrino que no recibió la actualización, por lo que tu cerebro todavía te dirá que busques ese plato de galletas de todos modos.
Producir adrenalina por estrés nos hace engordar
Cuando tenemos una oleada de adrenalina como parte de nuestra respuesta de lucha/huida, nos inquietamos y activamos. La adrenalina es la razón del sentimiento de “conexión” que sentimos cuando estamos estresados.
Si bien podemos quemar algunas calorías adicionales moviéndonos nerviosamente o corriendo porque no podemos quedarnos quietos, la ansiedad también puede desencadenar una “alimentación emocional”.
Comer en exceso o comer alimentos no saludables en respuesta al estrés o como una forma de calmarse es una respuesta muy común. En la encuesta más reciente de la Asociación Estadounidense de Psicología “Estrés en América“, un sorprendente 40% de los encuestados reportó haber lidiado con el estrés de esta manera, mientras que el 42% informó haber visto televisión durante más de 2 horas por día para lidiar con el estrés.
Ver mucha tele, también aumenta la tentación de comer en exceso y estar inactivo, lo que significa que esas calorías adicionales no se queman. La ansiedad también puede hacer que comas más “sin pensar” mientras dan vuelta pensamientos preocupantes en tu cabeza.
Si estas en estado de ansiedad no te puedes enfocar en el sabor de la comida; tampoco cuánto has comido o cuando te sientes satisfecho. Cuando comes sin pensar, probablemente comerás más; pero te sentirás menos satisfecho.
El consumo de comida rápida produce estrés que nos hace engordar
Cuando estamos estresados de forma crónica, anhelamos alimentos relajantes; así como una bolsa de papas fritas o un helado. Estos alimentos tienden a ser fáciles de comer; los mismos pueden ser altamente procesados y altos en grasa, azúcar o sal.
Ansiamos estos alimentos por razones biológicas y psicológicas. El estrés puede arruinar el sistema de recompensa de nuestro cerebro o el cortisol puede hacer que ansiamos más grasa y azúcar.
También podemos tener recuerdos de la infancia , como el olor de galletas recién horneadas; tales recuerdos, nos llevan a asociar los alimentos dulces con la comodidad. Cuando estamos estresados, también es más probable que conduzcamos a través del lugar de comida rápida; en lugar de tomarnos el tiempo y la energía mental para planear y cocinar una comida.
Trabajar en áreas urbanas puede significar viajes largos y atascados. Lo que aumenta el estrés e interfiere con la fuerza de voluntad porque produce más apetito cuando llegamos a casa más tarde.
Numerosos estudios con pequeños mamíferos, ratas o ratones, que nos son nuevos han demostrado; no ahora sino desde hace mucho tiempo que el estrés es un factor que despierta el apetito; frecuentemente en seres humanos se ve con frecuencia que para drenar la ansiedad la gente come más o con mas frecuencia.
Una gran cantidad de personas con obesidad lo son por ser ansiosas y tener estados de estrés que no han podido manejar de otras formas más que abriendo su nevera y comiendo.
Te ofrecemos en naturiatria numerosas soluciones para combatir el factor estrés con remedios naturales o con métodos efectivos.
Alimentos y remedios naturales que puedes ayudarte a evitar la ansiedad te señalamos la siguiente lista:
Soluciones naturales para el estrés y evitar subir de peso
- Chocolate negro: una pequeña barra del chocolate negro además de nutritiva, sin comer el empaque completo alivia la ansiedad; porque actúa directamente en la química cerebral produciendo un estado de bienestar.
- Te verde: además de ser antioxidante una taza o baso de infusión de hojas de té verde; contribuye a aliviar el estrés; así también da sensación de saciedad.
- El salmón: un alimento muy tranquilizante que contiene alto grado de omega 3 proporciona pocas calorías, ácidos grasos muy ligeros y son ideales para acompañar con ensaladas crudas.
- Manzanilla: su efecto calmante del estrés es muy conocido en todo el mundo, se encuentra en sus flores, una taza o vaso diario; es muy relajante y su efecto para saciar el apetito es importante.
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