Las relaciones de pareja “contigo y sin ti”
Dentro del amplio rango de las relaciones humanas, están las relaciones de pareja. Ya debes de saber que no toda relación es buena, o positiva porque también hay relaciones destructivas, tóxicas o poco saludables. Una de ellas es la de“contigo y sin ti”. Hay que decir que éstas relaciones pueden mantenerte en un círculo de vicios, muy difícil de salir.
Tipos de relaciones de parejas tóxicas
El famoso “perro guardian”
La frase para definir a esta clase de personas es “perro guardian”. Se trata de un canino guardián de un huerto, jardín o casa. El perro en cuestión no come verduras, hortalizas o vegetales; pero tampoco deja que nadie más se acerque a ellas. No importa que a él no le sirvan, el resto del mundo no tiene por qué servirse de ellas. Esta relación es egoísta y muy toxica
Interesante en ficción, destructivo en realidad
Este es un tema usado en obras de ciencia ficción, en especial en las telenovelas y novelas de tipo rosa. Por más que parezca interesante ver cómo los personajes danzan uno alrededor del otro, sin dejarle avanzar y sin tener intenciones de retroceder, en la vida real puede ser destructivo. No es una relación sana, ni deseable. No dejar espacio ni libertadades a la pareja destruye la vida de ambos miembros.
Las relaciones inconclusas
En esta clase de relaciones, una pareja no del todo formada (o que, quizás, fue una pareja antes) no ha cerrado sus asuntos y uno, o los dos, se niegan a seguir adelante. No permiten que el otro busque una nueva pareja, pero tampoco quieren volver a estar una relación. Se encuentran en un continuo punto muerto. Esto puede significar que alguno de los dos o los dos no se han superado; este tipo de relación es frustrante.
Las relaciones con intolerancia a la soledad
Esta es una clase de relación destructiva, debido a la inmadurez de uno o ambos miembros. La intolerancia a la soledad, el no querer estar solo/a, la soledad mal manejada impulsa a uno o los dos a querer estar con alguien, aunque ya no les unan lazos de, siquiera, tolerancia. Sin importar si están mal acompañados, prefieren estar en una media tinta antes que solos.
Las relaciones con miedo al compromiso
Si sólo fuera el miedo a la soledad, entonces no dudarían en estar en pareja, aunque no les gustase del todo. Pero en esta clase de relaciones también está el miedo al compromiso. Así, no quieren estar solos, pero tampoco quieren comprometerse. Estando en un terreno tan poco firme, nos saben cómo avanzar o mejorar su situación, y tampoco quieren hacerlo. Este tipo de relación termina por alejar a la pareja, sin que importe demasiado.
Las relaciones con la culpa está siempre presente
¿Por qué sigue unida una pareja así, aunque sea con pocas puntadas? Por el sentimiento de culpa de uno o ambos. Las recriminaciones son frecuentes, y el deseo que regresen las buenas épocas, que siempre son pasadas, mantienen la ilusión de un futuro mejor, futuro que nunca llegará mientras uno, o ambos, tengan la mentalidad puesta en esta clase de relación. Además, entra en juego la interdependencia, la inmadurez emocional, y el miedo.
Relaciones de pareja paternalistas o con origen en la infancia
A veces, esta clase de personas han tenido una madre o padre que le ha brindado todos los caprichos, estando siempre allí cuando les requería. Eso genera la idea que siempre deben cumplirse sus deseos, sin tomar en cuenta a la otra persona. “Qué esté aquí cuando me sirva, y que se vaya cuando me estorbe”; claro, siempre y cuando el otro no tenga a otra persona a la que darle su atención.
Las relaciones que no tienen futuro
Una persona que pretende que no estés con ella, pero tampoco con otra persona, no hará ningún bien, ni a ti ni a sí misma. Piensa que el mundo debe actuar según lo que desee, y su pareja debe entenderlo, porque el universo gira a su alrededor. Una persona así no comprende que una pareja se forma de a dos, ni que eso significa esfuerzo de ambas partes. Esta clase de relaciones no tiene futuro, no es positiva, y sólo hará que sus integrantes (en especial, la desdichada pareja) tengan una vida infeliz.
Las relaciones egoístas, inconclusas y frustrantes
Si te encuentras en una relación en donde tu pareja no soporta que intentes seguir con tu vida, no es tu culpa. Si él o ella no quiere que tengas pareja, pero tampoco quiere que vuelvan a ser pareja, pregúntale entonces qué pretende. Intentará irse por las ramas, y no te dará una respuesta clara. Dile entonces que, hasta que se decida, seguirás con tu vida, porque no le esperarás más.
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